martes, 5 de octubre de 2010

ENTRE GOLPE Y GOLPE / Gallego Fernandez


Pensar la patria, es mirarnos en el sueño colectivo de realizar la historia, y alcanzar la felicidad de nuestros pueblos, pero también tener presente quienes están para impedirlo, y crear las condiciones necesarias, para que la voluntad de los imperios no tenga más injerencia, sobre nuestros pueblos.
Alguien en el continente puede suponer, que Porfidio Lobo puede sostenerse en el gobierno, contra la voluntad mayoritaria de su pueblo, de no ser por el apoyo yanqui?.  De poco sirve desconocerlo en los foros internacionales, si el trabajo, los recursos naturales y el espacio territorial de Honduras están controlados por EEUU.  No solamente a Lobo se debe desconocer, sino centralmente a quienes alentaron el golpe y sostienen una parodia democrática, es decir la plutocracia norteamericana.
La trama de los golpes, no se puede reducir a una conspiración mediática, o las acciones de algunos miembros de la CIA, que llenan sus ratos de ocio hilvanando hechos conspirativos; este tipo de decisiones son tomadas por Obama; instrumentados operativamente por Hillary Clinton y Valenzuela, salvo que alguien piense, que el poder político norteamericano ha caído en la más absoluta anarquía.
El hecho de que las acciones se desplieguen en los países pequeños del continente, es parte de las pruebas piloto, para ajustar un modelo destinado a los países que son gravitantes en la unidad Latinoamericana, solamente basta imaginarse que sucedería si en Brasil o Argentina; quedan proscriptas las expresiones de las mayorías populares, de igual forma ellos también saben que el destino de México esta mirando al sur.
La plutocracia yanqui necesita controlar un espacio de 1000 millones de consumidores integrados al diseño político de su intervención en el mundo, esto solamente es factible, si logra someter a los pueblos latinoamericanos, este es el motivo de los golpes de estado. Por lo menos requiere recomponer alguna de las viejas estructuras sometidas a su estrategia, como lo fue en el pasado el Pacto Andino y controlar nuevamente Centroamérica y el Caribe. Sabe perfectamente que la potencialidad de los países del Sur, pueden integrar en condiciones soberanas a los pueblos más débiles y ese proceso es irreversible.
El gran debate de los dos partidos políticos de EEUU, es como se recupera la hegemonía perdida en los últimos diez años, y con ello resolver la conflictividad social que se avecina al interior de su país, por el empobrecimiento generalizado de su población. Hoy el marco estratégico de los yanquis es recuperar el rol que tuvo Wall Street, como centro de apropiación de riqueza y circulación de capitales, en ello consideran que está la solución.
No podemos seguir brindando gestos de amistad y reconocimiento, hacia la plutocracia; estar pendientes de la foto con Obama, y si este nos menciona en sus conferencias de prensa, todo esto lo único que genera, es confusión y desconfianza, en los pueblos y los gobiernos, que están decididos a construir la Patria Grande. Es hora, de que el conjunto de naciones de Latinoamérica le diga a EEUU, que se dedique a resolver sus problemas internos, que el mundo no necesita Sherif.
No necesitamos los estrategas del pragmatismo, para que nos expliquen las relaciones de fuerza y la cuadratura del círculo, admitiendo la verdad de nuestros planteos, pero postergando toda acción política, que permita modificar la situación.
Llevamos tres reuniones del UNASUR, por acciones claramente impulsadas por EEUU, (Bolivia, Honduras y Ecuador), en la próxima desestabilización, seguramente el imperio tendrá presente dentro de su estrategia la reunión de los presidentes del UNASUR. Todavía hoy siento indignación, ante el silencio de  los gobiernos latinoamericanos, el día que Chavez le señaló al gobierno español, su responsabilidad en el golpe de Venezuela y el mal parido que tienen por Rey quería hacerlo callar.
La situación de Colombia, genera una inestabilidad similar, a la de transportar nitroglicerina en la bolsa de los canguros y no existe un planteo desde nuestra región para que el conflicto se encarrile en beneficio del pueblo Colombiano.
Todas estas cuestiones no serían temas de debate, si se constituyen los Estados Unidos de América Latina, una fuerza política latinoamericana, que transforme el anhelo y el deseo de las grandes mayorías latinoamericanas en un estado, que represente a todos nuestros pueblos.
 Estaríamos debatiendo como el trabajo de nuestros pueblos y las riquezas naturales de nuestro continente, se destinan a realizar la vida con los grados de libertad que soñaron los hombres de la gesta independentista.
Ha llegado la hora de señalar claramente al enemigo de los latinoamericanos, son EEUU y sus aliados, y la única manera de impedir la desestabilización en la región, construir las instituciones políticas, económicas y militares que expresen el sueño de la PATRIA GRANDE.

 
con un fuerte abrazo, peronista y revolucionario
El gallego

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