martes, 21 de diciembre de 2010

¿QUIEN DECIDE LA POLITICA HABITACIONAL EN NUESTRA PATRIA?

por Gallego Fernández

Pedirle a la Cámara Argentina de la Construcción, que diseñe una política, para erradicar el déficit habitacional en nuestra patria, es subordinar los intereses populares al interés económico de las corporaciones.
Conceptualmente es de una desigualdad e injusticia absoluta, presentar una respuesta habitacional para “sectores medios”; es una propuesta que anida una mayor fragmentación del campo popular; ya que en si misma califica el derecho a la vivienda según la posición social que brinda el ingreso económico. Lo que genera condiciones de igualdad es la respuesta integral del estado, no medidas compensatorias hacia los sectores medios, por la receptividad que tuvo la demanda desencadenada en Soldati.  Además clausura la solidaridad como valor, alterando las prioridades en resolver esta situación.
Operativamente es nefasto, ya que las corporaciones deciden el diseño y ejecución de las viviendas, eso sí con dinero de todos los argentinos; ni el estado, ni quienes demandan viviendas tienen injerencia en este tema. Es obvio que estas decisiones tienen que ver con el precio, por los valores publicados, (para C1 70 mil a 120 mil dólares y para C2 y C3 entre 36 mil y 70 mil dólares), no hace falta que construyan nada, a esos valores se pueden comprar todas las viviendas que ofertan actualmente en el mercado.
La poca referencia a la financiación que describe la nota, oculta que el valor final de las viviendas, que se duplica por la tasa de interés; la cuota que se señala como fija y en moneda nacional, nada dice acerca de la tasa, la cual si es variable, modifica la cuota.
Lo más patético es que puede terminar siendo un buen resguardo para quienes tienen capacidad de ahorro e interés de invertir, sin responder a quienes necesitan una vivienda propia, y no pueden acceder a un crédito bancario.
En otro orden de cosas, nada se dice sobre el impacto de la demanda en el mercado de materiales, y los equilibrios necesarios que se deben construir desde el lado de la oferta, para que no haya un alza de precios como ocurrió durante los primeros años del Plan Federal. A modo de ejemplo la arena aumento un 1000% desde el 2002 a la fecha.
Las corporaciones sin disimulo alguno, pretenden quitarle al sector de las PYMES 2500 millones de pesos de financiación, cuestión que tan sólo alcanza para la ejecución de 9000 viviendas, y que su verdadero sentido es evitar el desarrollo en este segmento del empresariado.
Desde nuestro Movimiento seguiremos propiciando la apertura de un padrón nacional de la demanda de vivienda, y una solución integral del déficit existente para el bicentenario de la independencia, a partir de consolidar la reforma de la carta orgánica del BCRA, siendo esta entidad la que financie la expansión de la economía, para colocarla al servicio de una política de vivienda, diseñada desde los sectores populares y los sectores del estado con competencia en el tema.
No hay compatriotas clase A, B o C, hay argentinos que no pueden acceder a la vivienda, a pesar de generar la riqueza del país con su trabajo,  el sistema distributivo se lo impide. La solución al tema debe ser integral, y estar sustentada desde el poder popular; esta es la forma, que tienen los pueblos de reconocerse como iguales entre quienes comparten sueños colectivos, superando la xenofobia y el racismo que legitiman los sectores dominantes para fragmentarnos.
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